El mundo del marketing digital está lleno de términos, algunos que pueden sonar completamente alienígenas a quien no esté acostumbrado a la jerga de este mundo (como puede ser, por ejemplo KPI), otros pueden venir del lenguaje diario, por lo que todo el mundo puede creer que saben a qué se refieren pero en realidad no lo entienden correctamente, lo que puede dar lugar no solo a malentendidos en una conversación, también a políticas de comunicación totalmente equivocadas. Por eso hoy os queremos hablar de las diferencias entre los conceptos de objetivos, estrategia y táctica.

Lo primero que hay que tener claro qué es son los objetivos, y no es otra cosa que a dónde queremos llegar. Hay dos grandes tipos de objetivos:

Objetivos cuantitativos, son siempre medibles ya que tal y como su nombre indica se fijan en cantidades.

Por ejemplo:

• Aumentar un 20% el tráfico de nuestro blog
• Incrementar el tráfico web en 100.000 visitas mensuales
• Conseguir 1000 seguidores al mes en Twitter
• Hacer 200 conversiones mensuales
• Aumentar un 25% en las ventas anual

Objetivos cualitativos, son más subjetivos y por lo tanto más complicados de medir. Siempre que sea posible, fija objetivos cuantitativos (ya que son más sencillos de mesurar) y utilizar los cualitativos de manera complementaria.

por ejemplo

• Mejorar la percepción pública de nuestra marca
• Incrementar la notoriedad de marca en redes sociales
• Mejorar la imagen de nuestro producto o servicio

¿Cómo debemos definir nuestros objetivos SMART?

Es fundamental, para establecer nuestros objetivos, tener un gran conocimiento de nuestro negocio y de su entorno (el mercado, nuestro cliente potencial, y la competencia). Para ello es clave realizar un análisis interno y externo de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades (DAFO). 

Es importantísimo también los objetivos que nos marquemos sean SMART. Se trata de una palabra inglesa, que significa inteligente, que actualmente se está usando hasta el aburrimiento para describir todo aparato con conexión a la red, desde smartphones, a smartTVs a smart bottles (sí, han lanzado botellas de agua con Internet). Pero mucho antes, en 1981, George T. Doran la usó para explicar cómo debían ser los objetivos de un negocio:

• Specific (específico): claro y concreto, todos los miembros del equipo deben entender hacia dónde se rema.
• Measutable (medible): se tiene que poder medir, incluso los cualitativos. Si no se puede medir, no se puede alcanzar.
• Achiebeable (alcanzable): si nos planteamos un objetivo no alcanzable, el equipo posiblemente caiga en la frustración. 
• Realistic (realista): además de ser alcanzable, debe ser realista con los medios que tenemos a nuestra disposición y la situación de nuestra empresa.
• Timely (limitado en el tiempo): hay que fijar un plazo para alcanzarlos.

Estos objetivos se deberían fraccionar en pequeñas metas intermedias.

Por ejemplo, si quieres alcanzar las 30.000 visitas a tu tienda al año, se podrían dividir en 10.000 cada trimestre, esto facilita evaluar los resultados y mantener o corregir el rumbo si es necesario.

Los objetivos son fundamentales para controlar y medir tanto la estrategiacomo la acciones tácticas y nos permiten alcanzar metas más grandes.
Por ello es vital definir objetivos a corto, mediano y largo plazo.

Ejemplo:

• Corto plazo: optimizar todos los canales del ecosistema digital en un máximo de 30 días para implementar las tácticas de la estrategia.
• Mediano plazo: aumentar las ventas un 25% en 6 meses
• Largo plazo: convertir la marca en el retailer más relevante en el sector en 2 años

Objetivos, estrategia y táctica ¿en qué se diferencian?

Una vez establecidos nuestros objetivos, debemos pensar la estrategia. Mucha gente confunde o mezcla ambos conceptos, y aunque van de la mano son muy distintos.

¿Qué es entonces las estrategia?

Si los objetivos es qué queremos alcanzar, la estrategia es el cómo. Aumentar las visitas a nuestra web no sería una estrategia, son un objetivo.

La estrategia sería, por ejemplo, crear un blog para posicionarla mejor en Google y disponer de más contenido para publicar en redes sociales. La estrategia es el gran plan, la hoja de ruta que seguiremos hacia nuestros objetivos.

¿Y las tácticas?

La táctica, por otro lado, es cada una de las acciones que tomaríamos en el día a día para hacer efectiva esa estrategia.

Por ejemplo, siguiendo con el ejemplo de aumentar las visitas de un blog, una de las tácticas sería publicar post teniendo en cuenta las buenas prácticas SEO, y usar las redes sociales para difundir los contenidos.

En otras palabras:

Como tantos otros conceptos de nuestro lenguaje, por desgracia, estos nacieron en el terreno bélico. El mejor símil para entender las diferencias, aunque no sea lo que más nos guste, sería mirar las acciones de los aliados en la II Guerra Mundial. Su objetivo en Europa era la derrota de la Alemania de Hitler. Para ello elaboraron una estrategia que consistía en abrir un segundo frente con el que dividir al ejército nazi. La táctica haría referencia a cada acción realizada para tomar las playas de Normandía, entre otras muchas decisiones.

¡Esperamos que esta entrada os haya servido para entender mejor estos conceptos!

¡Hasta la próxima!