Hemos repasado múltiples formas de encarar la fotografía de producto para un e-commerce, desde cómo hacer una buena ficha de producto, al equipo que podemos necesitar. Siempre nos hemos enfocado a un único producto, a destacar las bondades y los detalles de aquello que quieres vender. Sin embargo, en ocasiones quizá te pueda interesar mostrar diversos productos en una única imagen, ya sea para mostrar un pack o para una posible portada de una web. En esta entrada os hablaré de cómo hacer un buen bodegón de producto.

También conocido como “still life”, por su nombre en inglés, un bodegón es aquel que representa un conjunto de elementos inanimados. Es un tipo de fotografía que nos permite una gran creatividad y transmitir una serie de emociones que de otra forma quedarían fuera en una fotografía de producto más habitual.

Bodegón de producto: múltiples protagonistas

Debes tener en cuenta que un bodegón no tiene un solo protagonista, sino que tiene varios, por lo que no es el tipo de imagen al que quieres recurrir si quieres destacar un producto estrella, pero quizá sí si quieres que tus clientes los asocien entre ellos, por ejemplo un determinado conjunto de ropa. Para este caso te propongo un tipo de bodegón Knolling (un tipo de bodegón con un plano cenital).

Se trata de un estilo fotográfico que nos permitirá humanizar nuestros productos, combinándolos con otros objetos que puedan quedar en un segundo plano en nuestra fotografía. Por ejemplo, podemos fotografiar un pastel y unas galletas de nuestra repostería junto a un paquete de harina y otro de mantequilla, transmitiendo una sensación de artesanía que los platos por sí solos no lograrían. O simplemente reproducir la mítica foto de la cesta de comida llena de verduras "frescas recién" cosechadas.

No es necesario que los bodegones sean sean extremadamente complejos. Un buen ejemplo es la tendencia del knolling. Se trata de una fotografía cenital en la que se pueden ver distintos productos, generalmente ordenados en ángulos de 90º. Es algo muy habitual y que seguro que has visto en numerosas ocasiones en Instagram. El resultado suele ser muy llamativo y tiene la ventaja de que todos los productos tendrán su cuota de protagonismo. En la próxima entrada hablaré con más detalle de este tipo de fotografía.

¿Para qué usar un bodegón de producto?

Si hasta ahora habíamos tratado la fotografía de producto como una herramienta para que el posible comprador conozca lo que le ofrecemos, que sustituya el hecho de que no lo puede tocar, que no puede tenerlo en las manos y trastearlo, el bodegón de producto te ofrece la posibilidad de dar un contexto al producto. Por ejemplo, si vendes muebles, verlo en compañía de otros te da una mayor idea de cómo esa silla puede quedar en tu salón. Así, incluir un bodegón entre las imágenes de la fotografía de producto te ayudará a ofrecer una visión más amplia del producto final.

Dependiendo de la cantidad de productos que ofrezcas en tu tienda, puedes recurrir a bodegones en distintas partes de tu web. Por ejemplo, si eres una tienda que vende productos de una única gama, por ejemplo café, poner un bodegón con tus distintos tipos de grano o diferentes tipos de elaboración del café en la portada de tu web puede ser una gran forma de dar la bienvenida a tus posibles clientes.

Por otro lado, si dentro de tu tienda tienes distintas categorías de producto, un bodegón puede ser muy útil para cada una. Por ejemplo, si vendes joyería puedes hacer bodegones con anillos, otro con collares y  otro con pendientes y colocarlos en la página de cada categoría. Evidentemente, los bodegones también te pueden servir para landings y fotografías para tus redes sociales.

Espero que esta entrada os haya servido para tener nuevas ideas para trabajar la fotografía de vuestros e-commerce.

¡Hasta la próxima!