Estos días hemos sido testigos, con cierta vergüenza, del bochornoso espectáculo que tiene lugar en Magaluf, un municipio de Mallorca que se ha situado como la meca del turismo de borrachera, sexo, alcohol, drogas, balconing… Uno se pregunta ¿Cómo se ha podido llegar a tan bochornosa situación? Y, lo más importante ¿se puede hacer algo por cambiarlo?

Por este motivo, hoy me gustaría hablaros del caso de Lloret de Mar y el turismo de borrachera. Como algunos ya sabréis, Lloret era uno de los principales destinos para este propósito y, desde hace más o menos 3 años, el Ayuntamiento ha puesto todo su empeño para limpiar su mala imagen y atraer otros tipos de turismo.

¿Cómo se convirtió Lloret en el paraíso para el turismo de borrachera?

Digamos que la mayor parte de la mala fama de Lloret y su boom del turismo de borrachera se deben a un hombre: Don Francis, un aspirante a famoso casposete alemán (a mí me recuerda a Pocholo) que llegó a Lloret en el año 2000 dispuesto a hacer negocio. Para ello, se convirtió en guía turístico fomentando el desmadre y la fiesta loca entre sus clientes y después abrió su propio bar. El boca a boca de los adolescentes lo acabó convirtiendo en una celebrity (famosa por ir siempre en albornoz) que acabó sacando un disco en 2011 cuyo principal hit es “Lloret de Mar”, una oda facilona y pegadiza que, resumiendo, dice que vengas a Lloret a hacer lo que te dé la gana, no te avergüences de nada, hagas ruido y vayas de fiesta sin fin. Un auténtico himno del turismo de borrachera.

Con este nivelón, ¿Qué cabe esperar?

Pero, si os pensáis que esto es todo, estáis muy equivocados. En 2012 y, coproducido por este capullo señor, una cadena alemana estrenó “We love Lloret” un Gandía Shore versión alemana (mismo nivel de ninis, agilidad mental y aún más desmadre) que tenía lugar en Lloret. Esto ya fue el pico de la popularidad y la gota que colmó el vaso para el Ayuntamiento.

¿Qué ha hecho Lloret para cambiar su turismo?

Lloret ha llevado a cabo grandes esfuerzos para acabar con el turismo de borrachera y atraer el turismo deportivo, profesional, en pareja y familiar. Algunas de las medidas que han llevado a cabo son: reducir la hora de cierre de las discotecas, sancionar a los bares que incumplen las normas, vigilar la sobreocupación de hoteles, prohibir dormir en el coche en pleno casco antiguo e incluso replantearse declarar a Don Francis “persona non grata”. Como refuerzo positivo, organizan un montón de actividades, han renovado por completo su web e imagen corporativa y están haciendo muchísima promoción. Entre las acciones, han creado una fantástica campaña de marketing que os vamos a explicar.

Campaña de escucha en Redes Sociales. Generando el cambio

El objetivo estaba claro: la gente tenía que cambiar su opinión acerca de Lloret. Por este motivo, la agencia Ogilvyone, encargada del proyecto, desarrolló una campaña social response. Querían algo transparente, honesto y, sobre todo, real. Para ello, recopilaron opiniones negativas sobre la ciudad de Lloret de Mar e invitaron a algunos usuarios a volver a Lloret para que cambiaran de idea.

Aquí tienes el resultado:

¿Qué podemos aprender de la marca Lloret de Mar?

1. Se necesita mucho más que marketing para cambiar la percepción de una marca

Hay muchas marcas que han visto dañada su reputación y han intentado acudir al marketing para cambiarla sin éxito (Magaluf, sin ir más lejos). ¿Por qué? Si no realizas cambios estructurales en lo que está mal, la promoción no sirve para nada, más hoy en día.
Una cosa que ha sabido hacer muy bien Lloret es, primero, hacer los esfuerzos para cambiar la situación, luego, decidir cómo querían que fuera su turismo y, finalmente, hacer lo posible por cambiarlo. Por último, con el trabajo hecho, se lanza una buena campaña de marketing. Bravo.

2. Si se quiere y se pone esfuerzo, se puede

Muchas ciudades, como puede ser el caso de Barcelona, parecen abocadas al Statu Quo con este tipo de turismo low cost (o turismo de espardenya, como dicen aquí) que daña la imagen de la ciudad y que, mucho peor, hace sentirse incómodos a los buenos turistas y a los propios ciudadanos. Como da dinero, al ayuntamiento le da miedo que los ingresos que está recibiendo por esta parte desaparezcan y con él la riqueza. Siempre se aferran a la misma excusa: "esto nos da de comer". Pero, ejemplos como Lloret demuestran que, con esfuerzo, es posible cambiar las cosas. Desde 021bcn, les deseamos todo el éxito del mundo.

No hace falta que seas una ciudad como Lloret de Mar; puedes ser un restaurante, un hotel, una peluquería… Si ves que tu negocio no funciona o no te gusta en lo que se ha convertido, escucha lo que se dice sobre él ¿encaja con lo que a ti te gustaría? Si ves que no, es hora de hacer cambios. El esfuerzo realmente merecerá la pena. ¡Sí se puede!

Si quieres ver la campaña completa de Lloret de Mar, haz clic aquí.

¡Espero que te sirva!

Juncal