Si tienes una web o un blog probablemente te ha pasado que actualizas algún contenido y este no aparece, todo se mantiene como antes. Recargas varias veces, pulsas de forma compulsiva el botón de publicar, pero nada. Y al cabo de un rato, de la nada, ¡Puf! aparece. Esto se debe a la memoria caché, este es uno de los temas que solemos explicar de manera muuuuy recurente a nuestros clientes y, para esta oportunidad, nos ha parecido oportuno explicarte qué es y para qué sirve.

Imagínate que tienes una librería con tres libros (que para simplificar las cosas les llamaremos llamaremos A, B y C). Imagina que de cada cinco clientes, cuatro te piden el libro A. En vez de ir al almacén en cada ocasión, probablemente lo que harías sería coger un buen número de libros A y dejarlos en un estante a tu lado, dejando el viaje al almacén solo para los libros B y C que te piden bastante menos. Es una forma mucho más eficiente de trabajar.

Pues bien, ese estante es, básicamente, la memoria caché.

Qué es la memoria caché de una web

Cada vez que quieres consultar una página web, tu navegador envía una petición al servidor en cuestión. La respuesta de este llega en forma de elementos estáticos en forma de HTML, CSS, JavaScript, imágenes vídeos y otros. Tu navegador los interpreta, junto al resto del código fuente, y lo transforma en aquello que ves en tu pantalla.

Los navegadores reservan un espacio en su memoria para almacenar estos datos, de forma que si se vuelve a realizar una consulta sobre estos no tiene que volver a hacer la misma petición y obtener los mismos resultados. Ya los tiene ahí, como tú con el libro A en el ejemplo de la librería. Si vuelves a querer acceder a una página, el navegador analiza los elementos que tiene en su memoria caché y solo pide los nuevos, reduciendo el consumo y la velocidad de carga.

¿Por qué da problemas al introducir contenido nuevo?

Quien controla el caché de la página es el servidor, que introduce un tiempo de vida determinado a cada elemento estático de la web (que puede ser desde unos minutos a unas semanas). Hasta que no caduca este tiempo, el navegador no volverá a pedir nuevos datos al servidor. Esto causa que, en ocasiones, de problemas a la hora de mostrar contenido nuevo.

Pero ojo, esto no quiere decir que la memoria caché sea algo que de problemas, especialmente si está bien configurado. Al contrario, se trata de un elemento que por lo general mejora y mucho la experiencia de usuario gracias a una mayor velocidad de carga y un menor consumo de datos, mientras que por otro lado también alivia el trabajo realizado por el servidor. Todo esto implica un mejor rendimiento de la página, algo que le gusta mucho a Google y que posiblemente termine repercutiendo de forma positiva en tu posicionamiento SEO.

Mientras que esto ocurre de forma permanente, los problemas son algo que, por llamativo que resulte, tienen lugar puntualmente.

Plugins para gestionar la memoria caché en WordPress

Hay algunos servicios de hosting que se hacen cargo de gestionar la caché de tu sitio, sin embargo también puedes recurrir a alguno de los muchísimos plugins de WordPress que te permiten configurarla. Estos son algunos de los mejores.

• WP Rocket
• Cache Enabler
• Comet Cache
• W3 Total Cache
• WP Super Cache
• WP Fastest Cache
• Hyper Cache

Excepto WP Rocket, el resto de plugins son gratuitos o tienen una versión gratuita, por lo que podrás probarlos sin problemas para ver cuál es el que se ajusta más a tus necesidades, o sencillamente cuál te gusta más.

Espero que esta entrada os haya servido para entender mejor qué es la memoria cache, para qué sirve y porqué, a pesar de que las ventajas son claras, en ocasiones te da problemas.

¡Hasta la próxima!