Este es un tema que quería hablar desde hace tiempo, ya que por mi parte he tenido que aprender a darle la importancia que se merece a base de ensayo y error. Para que te hagas una idea, de un buen presupuesto web determinará la diferencia en dar la sensación de profesional o chapucero. Es preferible que te vean “costoso” (aún que en realidad no lo seas), pero que sepas de lo que hablas, estés seguro y aportes un valor real a que te vean barato y te pilles los dedos por desesperado.  Lo “caro” es subjetivo ya que el presupuesto web cuantifica la inversión en función a las horas de trabajo, el conocimiento y valor diferencial que aportes. Es decir, ¿Te parecería cara una página web de 5.000€ de inversión si le puede aportar al cliente más de 50.000€ de beneficios? ¡Desde luego que no!

Sobre todo, es vital transmitir seguridad a la hora de presentar un presupuesto, se trata de tu trabajo y si un cliente te pide un descuento, en vez de ello, reduce horas de trabajo o según qué partidas para ofrecerle un precio más asequible. Evita en lo posible bajar precios gratuitamente.

Alex, un compañero de trabajo me explicó un chiste muy cierto.  “En un almacén de una ciudad X estaba apunto de estallar una bomba de 50 kilotones. Para poderla desmantelar a tiempo llamaron el Sr. Costagliola. Quedando 10 segundos para estallar, el Sr Costagliola llega al artefacto y rápidamente destornilla el módulo donde estaba la circuitería del núcleo. Al segundo 0,1 corta el cable verde y la bomba queda desarmada. El dueño del almacén desahogado le pide al Sr. Costagliola. Gracias, pásame la factura. La factura realizada fue de 50 millones de euros. El dueño del almacén consternado dice “Pero si sólo has estado 10 segundos, desglósame la factura” El Sr. Costagliola le entrega la factura con los conceptos. 10 segundos de trabajo: 30€ / Saber que cable era: 49,999 970€  😉

Desde hace unos cuantos años tenemos una metodología para la elaboración de un presupuesto web y evitar los malos entendidos que normalmente son los que generan las pérdidas económicas y de tiempo. Créeme, es preferible no llevar a cabo un proyecto a que te genere pérdidas.

Aquí te propongo los siguientes pasos para elaborar un presupuesto web:

1- Antes que nada, infórmate bien. Solicita al cliente un briefing del proyecto a desarrollar. Si el cliente no sabe cómo elaborarlo, aquí te doy unas pautas para guiarle.

2- Haz un croquis del proyecto. Poner claro los apartados, subapartados y funcionalidades de la web. Es decir elaborar un mapa de la Web y describir que llevará cada apartado. Esto permitirá visualizar bien tanto a ti como al cliente el alcance del proyecto. (Si el cliente a te pide una ampliación, siempre podrás ofrecerle horas extras por los cambios adicionales)

3- Especifica las fases a determinar del proyecto. El cliente le interesará saber que se hará y cómo se desarrollará, para que tenga una noción clara del aproximado horas de trabajo.

4- Propón una planificación. Pon fecha en calendario de todas las fases del desarrollo hasta el tiempo de la entrega. (esto te permite tanto ti como el cliente tener un control del buen desarrollo del proyecto). Negocia bien los plazos a unos tiempos razonables.

5- Especificar los precios por partidas. Esta es una de las partes más complejas, normalmente se calculamos el proyecto a horas/precio. Hacemos un estimado de las horas de cada fase y calculamos en función de nuestro precio x hora. Una vez tienes el total, añadimos un 10% que representaría las reuniones, llamadas, consultas y por último, depende del tamaño de la empresa, hay que añadir un X% por el riesgo, responsabilidad y margen por cualquier imprevisto que se pueda presentar.  No es lo mismo hacer un presupuesto web para una start up del barrio que para una multinacional como Nike. Aunque las dos empresas soliciten un proyecto con las mismas características, el riesgo es muy diferente.

Sin embargo estos porcentajes son variables en función a la misma experiencia y percepción que tengas con el proyecto. Por otro lado es importante que el cliente sepa lo que cuesta cada fase para que le pueda dar el valor que se merece al trabajo. Sin embargo, según qué percepción tengas del cliente, es a veces aconsejable agrupar partidas para evitar que te eliminen alguna realmente importante.

6- Importantísimo no dejar nada por supuesto. Mediante una nota, especifica lo que no incluye presupuesto web, poner claro la forma de pago acordada, la cuenta bancaria para la transferencia, el tiempo de garantía y el tiempo de caducidad del mismo presupuesto. Las partidas adicionales siempre aparte del importe total. Deja que el presupuesto hable por sí solo.

Verás que si cumples todas estas fases, que a la larga se hacen automáticas, tendrás menos posibilidades de “pillarte los dedos” y la percepción profesional que darás a tus clientes será muy positiva.

Espero haberte sido de ayuda, feliz fin de semana.

¿Tu web aún no está adaptada para ser una web para móvil? Podemos echarte una mano para que este cambio en los resultados de búsqueda desde móvil favorezca al tráfico y la captación de más clientes.

Escríbenos y con mucho gusto te ayudaremos.