¿Verdad que si invitas tus amigos a tu casa quisieras que se sientan a gusto? ¿Verdad que si citas a tus clientes o clientes potenciales a tu oficina, necesitas que se sientan bien para atenderles como se merecen? Tanto en tu casa como en tu oficina dejas proyectado en ese espacio tu personalidad o la personalidad de tu empresa. En parte, esa personalidad que proyectas te hará diferenciarte del resto. De ese modo sabremos que es tu casa es tuya y no la de otra persona. Pues en el diseño de una página web es igual.

A veces no nos damos cuenta de lo realmente trascendental que debe significar el diseño web. Lo és y mucho. Debemos darle el valor que se merece a nuestra web, porque los usuarios que la visiten, (tus amigos, clientes o clientes potenciales) se sientan cómodos, a gusto, satisfechos y fidelizados de tal manera que quieran, por ejemplo: comprar, hacer una reserva, solicitar un servicio, compartir tus contenidos... y sobre todo volver.

El diseño de una página web debe ser como tu casa, debes sentirte reflejado en ella y orgulloso.

Sin embargo, el diseño de una página web no es tan fácil como parece. No sólo hay pensar el diseño en base a tus gustos o filosofía de tu empresa. El planteamiento en realidad debe estar enfocado en el usuario que queremos atraer y captar pero sin perder la personalidad que queremos proyectar. Igual que tu oficina.

En base a nuestra experiencia en 021, a veces nos ha tocado que a la hora de plantear una web, nos damos cuenta que la imagen de la empresa no coinciden del todo con las necesidades de su público objetivo, así que desarrollamos un análisis inicial para conocer a fondo todas las variables (situación de la empresa, público objetivo, competencia, etc...).

En varios casos concluimos que la marca debe adaptarse a la realidad y enfocarse más a su público. Es decir, fíjate qué relevante puede llegar a ser el análisis y diseño de una página web que ha podido implicar cambios que trascienden hasta la reestructuración de toda la comunicación e imagen de una empresa. Un ejemplo de ello es un proyecto que hemos desarrollado hace poco llamado Broomx, best room experiences.

En otras palabras

Por otro lado, en la práctica cuando se diseña el escaparate de una tienda, los productos deben estar presentados de tal manera que capten la atención de un determinado público, de modo que cuando esos peatones pasen por delante el escaparate llame su atención con tal intensidad que les invite a entrar. En una web es igual, cuando los usuarios la visiten, los elementos deben estar ubicados de manera estratégica para que la experiencia de usuario sea lo más sencilla, agradable, ágil y tentadora posible para retenerles y generar esa compra o solicitud que tanto deseamos.

En el diseño de una página web, los elementos no deben ser bonitos simplemente porque sí. Debe pasar por un proceso de análisis para que cada parte tenga una función y una razón de ser. Si queremos sacarle el máximo rendimiento a la inversión que implica una web, nada debe ser gratuito.

Déjate asesorar por expertos.  😉

Hasta la próxima semana.
escrito por: Jerom Tomás