En la última entrada hablamos de cómo utilizar bodegones y cómo sacarles partido para un e-commerce, cómo usarlos para dar personalidad a los productos que quieres vender y cómo te pueden servir para presentar packs o usarlos para la cabecera de las diferentes categorías de tu tienda. En esta ocasión quiero hablaros de un tipo de bodegón que está muy de moda y que seguramente habréis visto en muchas ocasiones en Instagram: el knolling.

El knolling es un tipo de bodegón que se caracteriza por ser, prácticamente siempre, una fotografía cenital en el que los distintos elementos que mostramos están perfectamente ordenados a partir de ángulos paralelos de 90º. El resultado suele ser extremadamente llamativo y ofrece a prácticamente todos los productos que muestras su cuota de protagonismo.

La invención de la técnica, tal y como la conocemos ahora, se atribuye al arquitecto canadiense Andrew Kromelow, quien en 1989 trabajaba en el estudio mobiliario Frank Gehry. Un día, al ver lo tremendamente desordenado que se encontraba el estudio, decidió recoger todos los utensilios y ordenarlos sobre la mesa, organizándolos por uso, forma y colocándolos en ángulos de 90º. Cuando vio el resultado decidió que aquello debía tener un nombre y como en ese momento el estudio estaba desarrollando un proyecto para la firma Knoll, decidió bautizarlo como knolling.

Cómo hacer un buen knolling

Lo que en un principio se desarrolló como un sistema de organización (del que ya habían antecedentes, como los manuales de instrumental médico), no tardó en convertirse en una tendencia estética. Fue gracias a Tom Sachs, un escultor que también había trabajado en el estudio Frank Gehry y a la apuesta utilitaria le atribuyó una visual. De hecho, realizó un manifiesto ABK: Always Be Knolling (Siempre knollea). En él estableció una guía simple para hacerlo, basado en cuatro puntos:

• Busca a tu alrededor materiales, herramientas, libros, música, etc que no se esté usando.
• Aparta todo lo que no esté en uso. Si no estás seguro, déjalo.
• Agrupa todos los objetos que se parezcan.
• Alinea todos los objetos en ángulos rectos, ya sea sobre la superficie en la que están o en el propio estudio.

El knolling ha ganado una enorme popularidad en la era digital, y como ya hemos dicho Instagram y las redes sociales están plagadas de este tipo de fotografía. Se trata de un estilo que, por sus líneas rectas y sus ángulos, por el orden visual. tiene una gran capacidad para atrapar la imagen del espectador.

El knolling para fotografiar un producto

Aunque a primera vista pueda parecer que se trata de un estilo puramente visual y que puede no servirnos de cara a mostrar nuestro producto, te equivocas. Si vendemos, por ejemplo, un producto electrónico (por ejemplo, un teléfono móvil) podemos usar el knolling para mostrar todo lo que se incluye en la caja: el teléfono, el cargador, el cable, los auriculares… O incluso nos puede servir para enseñar toda la familia de accesorios que ponemos a disposición del comprador.

También nos puede servir para mostrar de forma clara y poderosa los ingredientes de un plato en fotografía gastronómica. Por ejemplo, podemos ordenar todos los trozos de fruta de una macedonia. Son muchos los fotógrafos que han usado el knolling para “destripar” un producto, mostrando todas las piezas que lo componen. Esto es algo que puede ser útil para muchos productos, transmitiendo una sensación de complejidad.

Espero que esta entrada os haya servido para conocer mejor esta forma de fotografiar un bodegón.

¡Hasta la próxima!